miércoles, septiembre 15, 2004

Giro


Me he dado cuenta, casi con una sorpresa alada, al borde de la epifanía de que la novedad del blog y su valor como herramienta a mí me llega por otro lado. Es cierto que escribo casi como un acto reflejo y que lo hago desde antes de aprender a vérmelas con un copmputador. El blog existe para que se haga uso de él y de alguna manera se lo explore, se lo desarme y ojalá se lo destruya para volverlo a armar con la misma felicidad y facilidad con que llegó a nuestras manos. No sabría explicarme mejor por el momento, pero a través del medio y de la curiosidad que me despierta se me han ido desplegando páginas y páginas de una cultura cuyas implicaciones tecno-cognitivas apenas las estamos vislumbrando. Así como a algunos los mata jugar con templates y con lenguajes de programación, con tags y eso, a mí me vuela el mate observar que pasa a través del medio, por culpa del medio y al mismo tiempo comparar, comparar las especificidades del modo de bloguear, su lenguaje y sus códigos. Alejándome un poco lo pude ver más claro y quizás esa sea la necesaria inflexión que me permita incorporar la herramienta a lo que ando buscando.
Me llama la atención, leyendo y leyendo blogs de todos lados, lo cerrado que suelen ser los círculos de "conocimiento" en nuestro país y lo abierto y participativo que son en otros lados. Sería bueno sacarnos las caretas y hacer algo más colectivo Alguna vez hablamos de algo así con la Paola García Schlie (¿o lo soñé?). Bueno ese ha sido mi sueño del pibe desde siempre, no hacer solo, hacer para todos. Pero PUTA que es difícil.