Blogs y Yo
Hace tiempo me da vueltas la idea de dejar el blog y dedicarme a cosas más productivas. No, perdón, me da vueltas la idea de que dedicarle tiempo al blog me provoca serios lios con mis actividades productivas.
Primero que nada tener algo de verdad relevante que decir, tener algo que me de placer verlo en pixeles en el world wide web, ya es un ejercicio que demanda atención y después hacer relaciones públicas para coger algún comentario, una retroalimentación del desvelo verbal y fotográfico es otra actividad que se va clavando y pulverizando mi tiempo como un cáncer.
Lamento decirle a mis amigos que leen piadosamente estas líneas que no me siento parte, que me gusta el formato pero no me acomoda dedicarle tiempo a una comunidad de la que no me siento parte. Error de mi parte quizás, como todas las sensaciones que nos salen de las tripas, la única característica que las valida es precisamente que nos sale de las tripas, es decir de una oscura intuición borrosa y discutible. Asumo esa culpa.
Posiblemente si alguno me lee por ahí, si por ahí alguno siente curiosidad por mis artificios verbales se dará una vuelta a sapear cada dos semanas -always curiosity kill the cat- y de a poco se irá olvidando de mi pasada por el universo blog, es como debe ser, es como irá ocurriendo con casi todo en nuestras vidas.
O me equivoco y mejor me quedo, difícil afirmar cualquier cosa, no me da la gana decidirlo y de verdad no es demasiado importante.
Como es así de aleatorio, como mañana es lunes y la semana siempre nos da de patadas en el culo con el fin de que aceptemos la realidad tal cual nos la dan, me guardo el beneficio de la duda. Pero la verdad es que ando en busca de otra cosa y no me anima el corazón a develar o desnudar nada de mis paseos por la vida en estas líneas.
Me halaga que alguno haya leido mis letras, el sentido de mis letras, me halaga cuando me encuentran la razón e incluso si me han discutido, pero no tengo ganas de justificar ese cariño anónimo. Miren si seré mañoso.
Pasa que además reviso veintenas de blogs y parecemos (me incluyo) hablar a nadie, percibo una doliente ineficacia en el formato, demasiado dolor y demasiada ironía sin filtros, demasiada trivialidad inocente, demasiada banalidad con ganas de pasar por trascendencia, "libertad de expresión" me dicen por ahí, yo me encojo de hombros, si tú lo dices... así será.
Ni los buenos sentimientos ni la mordacidad me conmueven demasiado. Niños, niñitos bien intencionados o exquisitamente egoístas hablando de sus desdichas y pesares, vaciando su inefable creatividad y su corazón incomprendido. ¡Tuvimos que haber estado demasiado reprimidos! que hemos creado estos alter egos que sólo se muestran en su lado bien, en su lado doliente, en su lado "constructivo" o al revés en su lado negro, su lado "B", su hedonismo malherido por la vida, etc.
- Pero no proyecte sus trancas al resto , maestro...
- Ah, no me vas a decir que los blogs son happyland
- Pero al menos se está hablando de algo
- Nunca te podría discutir eso, jamás, si un blogger es feliz siéndolo allá él ¿cómo me voy yo -que soy naiden- a interponer en su camino?
- Reconozca al menos que no le hacen daño a nadie
- ¿He dicho lo contrario?
- Pero usted no ve nada bueno poh
- Nada que ver, sencillamente es que yo no me siento parte, no me gusta opinar sobre la vida ajena y voyerear sin opinar es un contrasentido en este formato y no voy a ir por ahí criticando todo y a todos sencillamente porque a mí me parece que está mal utilizado el formato.
- Esa es su opinión...
- Si poh, justamente
Sin embargo me he reído mucho con los blogs argentinos, los encuentro más dichosos que los chilenos, pero en ellos también noto una soberbia verbal que me incomoda -voh poh el mah humirde, poh-, o la oscuridad o el spleen de los nlogs made in europe, me provocan lejanía, desinterés. No encuentro lo que busco, o lo que encuentro no es para mí y listo, vámonos pa la casa.
Esas ganas de ser como.
Esas ganas de parecernos a.
No se, reconozco que le pongo mucho, pero si alguno me lee de verdad se que va a entenderme, que después pongo OK, que apago el PC y me voy a acostar, que quizás me tome un vaso de agua, me abrace con mi esposita y mañana la ducha, la micro, el metro, el auto, los alumnos, y nada habrá cambiado demasiado.
Si un día decido juzgar u opinar sin misericordia sobre los blogs es porque me parece justo y me parece necesario. Por lo pronto les dejaría a mis misericordiosos amigos una pregunta casi metafísica... lolito, lolita ¿por qué tienes un blog?
A lo mejor ahí empezamos a hacer algo interesante
- Pa tí será interesante...
- Y ahora más encima me tuteai, si no digo yo...
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