Say No More
Yo a Charly, ya se sabe, le tengo un cariño especial. Imposible no recordar episodios de mi vida con su música de fondo, imposible no allegarlo al tango, que me gusta tanto, a Buenos Aires, esa ciudad de mierda tan llena de fantasmas magníficos. Anoche soñaba que me topaba con Charly y que hablábamos en inglés, en el sueño sentí físicamente que estábamos en planos incompatibles, yo le hablaba desde mi corta y limitada perspectiva de profesional universitario y él me hablaba desde el tipo que se lanza desde un noveno piso porque sólo él puede, porque él tiene un pacto misterioso que nosotros ignoramos, un viejo más joven que todos nosotros, más joven que mis alumnos e iluminado y ciego de iluminación.
Creo que quería decirle que Serú Girán, que la Máquina, que la Hija, que todos los ochentas y los Tangos eran como el amigo imaginario que nos recuerda que todo es una puta ilusión, que la vida está en otra parte y que para vislumbrarla hay que ser otro, egoista arrogante, demoníacamente inventivo y me dio miedo.
No se puede ser grupi de este fantasma y desperté. Lo cierto es que el fantasma soy yo y el tio, vaya que existe, vaya que cala en el inconciente (colectivo o no). Al menos en el de la gente como yo, los de mi edad, los que crecimos sin hacer promesas sobre el bidet, inconciente que no deja de decir "loco, Charly la tiene clarita"... sometimes, sometimes
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