martes, noviembre 09, 2004

calzo 44 y peso 92 kilos, señora

Hace rato que no milito en religión ni partido alguno, pero siempre me ha preocupado lo que pasa a mi alrededor,claro que preocuparse nunca ha sido para mí garantía de acción ninguna. Sin embargo salgo obedientemente a tomar micro cuando es necesario, dos veces o tres a la semana y en lo posible trato de que señoras y personas mayores suban antes que yo y en general no me "apropio" de mi lugar para subir cuando debo hacerlo y si es menester ceder el asiento no me duele tanto-tanto etc.
Pero además estoy convencido de que no me merezco el servicio de locomoción que existe en Chile, si bien no odio a los choferes, pues a veces me dan pena, odio el servicio de todo corazón, odio que la única puta micro que pasa por Tobalaba hacia el centro (por Peñalolén -la comuna de Orrego-), la fucking 390 se de el lujo de no pararle a los 10 pasajeros que llevamos 15 minutos esperándola y que la siguiente 390 tenga a bien pasar 20 minutos después, repleta y más encima que el chofer diga: "vayan pasando para atrasito", cuando yo calzo 44 y mi cuerpo de 92 kilos no se rebaja a sobajeos ni a lustradas contra escolares, oficinistas y señoras mayores. No me parece aceptable mancharle pantalones a nadie con mis zapatos, no me parece aceptable que los escolares me peinen con sus mochilas en la espalda. Tampoco me parece aceptable que me vea obligado a llegar atrasado a mis quehaceres sólo porque la maldita micro que salí a tomar no se animó a parar, ni a mí ni a los diez personajes que esperamos el mismo mugroso sistema de transporte público. No me gusta la idea de dejar sin pegas a choferes de micro, pero no tolero más este sistema. Podría haber esperado 15 minutos más y me voy con mi mujer, en el japonés rojo, pero para qué amargarse, ahí ya ibamos como ganado bajando por Grecia a los tirones ¿saben lo que es recibir en un frenazo 3 ó 4 oficinistas soñolientos y soportarlos con la mano agarrada a un fierro hediondo y sucio, para no caerse?.
Nada de que "mal de muchos consuelo de tontos". La estadística no me saca la mala sangre, el asco, el atraso, las ganas de decir que desearía que no existiera más el gremio de la locomoción pública.
Sólo me alegra que hoy la clase fue muy divertida, que con mis colegas pusimos bien al día a los alumnetes en relación a tópicos importantes del rubro, y aunque no les guste hay que espabilarse... lo cual nos incluye a todos.