Fútbol pasión por la pérdida
Que una vez más Chile mediante su selección nacional haya perdido bajo la pentagoleada de Brasil no es novedad, incluso esperábamos más o peor aun, muchísimo menos de nuestra "roja de todos".
Mientras veía desanimadamente el partido me preguntaba si lo que pasa con el furbó, no es una metáfora de la clase de país que somos, si el modo de pensar y vivir con que los "seleccionados" enfrentan al campeón mundial no nos refleja de alguna manera, si la ausencia de disciplina, la ausencia de fuerza, de ganas, de técnica no es la misma que tiñe a estudiantes, empresarios, trabajadores, políticos y académicos.
Antes de criticar a los once de la roja y su lamentable espectáculo, me miro acaso no cargo con las mismas lacras..., aun no lo tengo tan claro, por lo pronto yo no estoy transándome por millones de dólares, ni me llaman a la tele para saber de mis andanzas amorosas (para eso tengo blog, ja), aunque eso no me excusa. Fuera de lo dicho, siento miedo por la idea esquizofrénica de país que habita en nuestras cabezas: entre la plataforma de negocios de latinoamérica y el equipo de fútbol de última que tenemos hay muchas otras dimensiones listas para que los Bonvallet de este mundo hagan generalizaciones baratas, nacionalismos de poco seso y justificaciones de raza, tercermundismo y autoflagelaciones ignorantes.
Me apena que tengamos tantas ilusiones naif acerca del pobre desempeño de unos personajes de mucho músculo y poca enjundia y que por otro lado nos creamos algo importante por tener "tradición republicana" o "solidez económica", democratas malos pa la pelota.
Temita insoluble.
Con mi mujer igual nos comimos unos choripanes con pebre y una botellita de Carmenere.
Ahora tengo que ir a secar a mi hijo, que está en su tina.
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