martes, noviembre 16, 2004


A veces no te creo, a veces me abruman
tus farragos verbosos, tu fama de heroe,
tu séquito de izquierda,
tu Nóbel, tu candidatura a presidente
de la Nación. Confieso que he vivido
harto menos que tú a tu partida,
que la costumbre de conocerte de siempre
me hace desconfiar de ti.
Pero que le vamos a hacer, te tocó una época
de versos inflamados.
Y a nosotros apenas el más lígero olor
a verso, nos da arcadas. Ay Neruda, Neftalí
dueño de todos los trenes de Chile, de todos
los caldillos, de los pestos
y de las mejores minas del país.
Puta que la dejaste difícil,
Quien a esta altura, que no sea estrella de rock,
actor de teleserie, conductor de estelar televisivo,
se atrevería apenas
a tocar tu estatura, ah, Señor Poeta.