martes, febrero 22, 2005

Caja de Pandora

Uno ya tiene sus años, uno ya sabe que es difícil y que es fácil, pero no lo sabe todo y quizás le resulta más claro que nunca que saber algo es inmediatamente ignorar otra cosa. Las opciones siempre son un portazo. Cognitivamente es así. Lo que se, lo que creo saber, lo que he leído es correlativamente el inventario automático de lo que no se, de lo que no he leído ni vivido.
Me pasa con la lectura de los blogs, me pasa cuando veo esos fotologs llenos de palabras, signos y señales que me son ajenos, que interiormente descarto por insignificantes, pero que para alguien que no soy yo valen algo, son puentes. Me llama la atención un par de estos que usan chicos y chicas para posar como artistas que no son, para parecer modelos de belleza que no son, cuanto chico posando de hiphopero negro, cuanta chica en bikini y su inmediato comentario "tai suuuper rika".
Me es ajeno.
Lo mismo me pasa con la pornografía. ¿Rémoras de mi pasado religioso fundamentalista?. No he visto mucha pornografía, Garganta Profunda no la conozco salvo por las conversaciones de mis amigos y las referencias a ella que hay en todos lados. colepescao Pero internet es la caja de Pandora donde coexistimos rozándonos y así pasa que uno busca una película por el nombre de cierto actor o actriz y un tercio de la búsqueda son "nudepics" o "shoking hardcore" reales o ficticios de dichos actores y actrices.
Una profusión de chicas mamando "pollas" (chupando picos my dear), drinking cum (tragándo semen), realizando "ass to mouth" o sea chicas chupando penes recién salidos de su propios culos y otras maravillas, me son ajenos. Es decir, los veo y veo la actuación, veo que al rato hay una visita al banco o a pagar cuentas o comprar autos nuevos.
No me pasa con las películas que uno ve en el cine y en la TV. No se. ¿Será que el sexo debiera de algún modo convencer más profundamente mi atolondrada conciencia?, ¿será que internet como fuente de información es distorsionante para estas cosas?.
Uno ve clarito que la chica se pone en cierta posición para que la cámara capte con detalle el mete y saca de rigor, gemidos sobreactuados, caras de caliente como para que me paguen rápido y sin chistar, tragadas de semen para la cámara, me provocan esa sensación de "te estamos engañando aunque esto está pasando de verdad" que me es totalmente disonante.
Con los fotologs es lo mismo pero al revés. Esa ingenuidad de mostrarse "como si fuera profesional" en que el código estético uno ve que es completamente falso, es decir completamente verdadero en su ingenua falsedad. Por ahí hay fotos inquietantes (no por lo perverso), pero por montones chicos exhibiéndose quien sabe bien para qué, aderezados con una nula -o ingenuamente transgresora- ortografía que tampoco se entiende bien para qué y uno se pregunta si acaso vale la pena dejar hacer o volverse indiferente ante esto.
- Son sólo pasatiempos de pendejo, como tu propio blog si vamos a eso.
- Si puede ser, supongo que todos tienen derecho a hacer lo que les plazca, pero aun así tiendo a pensar que la acción de la imagen como sustituto de la realidad es inquietante y más inquietante que tanto chiquillo como que se la compre.
- Todos compramos lo que queremos comprar ¿no te acuerdas de tu religión...
- Ex religión, cariño...
- Bueno, tu ex religión (todas a fin de cuentas) y su promesa de paraíso?
- Pero se que algo se me escapa de todo esto, la brecha generacional, mi intento de comprensión universal y esta cosa ajena es tan real para tanta gente, la pornografía por ejemplo que mueve a millones (cosa de recordar antiguos compañeros de oficina) poniendo en entredicho la moralidad de como enseña cada cual a sus hijos y como al final se vive de verdad la vida, más allá del discurso que se usa para quedar bien con el jefe y así vamos...
- De más. Concuerdo contigo que hay cierta ingenuidad en algunos fotologs y blogs que dan ganas de usar el látigo e imponer rigurosos criterios de juicio... pero socito ¿para qué perder tiempo en huevadas?... el exhibicionismo es tan viejo como el hombre... y tú, papito, pecas de lo mismo a tu manera...
- Mmmmm (suspiro), ya me cagaste. Cambio y Fuera.

jueves, febrero 17, 2005

Vacaciones

Para mí las vacaciones son un periodo nebuloso que no empieza nunca y que termina abruptamente con las primeras clases de marzo. Sin embargo siempre huimos fuera de Santiago a reposar siquiera unos días, cada vez menos con esto de la economía de guerra en tiempos de pujanza económica nacional.
Reconozco que la mejor noticia fue que la vaguada costera estaba ahuyentando turistas y que bajo el cielo podríamos respirar un aire menos furioso que el santiaguino. Así fue. Hasta llovizna mojó mi auto por un camino costero al norte de Viña. El dormitorio con vista al oceano pacífico, las piscinas heladas, el viento marino y las empanadas de queso camarón me hicieron cariño, en realidad a mis hijos y mi mujer más que a mí, pues con pesadillas aun los primeros días me costó asimilar que el bosque de olivos, los zancudos y la quietud eran pàrte de mi terapia, mi medicina.
Huir del calor es un mandato moral, un imperativo en estos días. Sólo puedo estar agradecido a pesar de que con facilidad me desorienta la inactividad, a pesar de que fue tan corto que ya me estaba ofreciendo a ir por empanadas cuando terminé haciendo pesto de almuerzo hoy, acá en casa, lejos del mar.
Ahora a darse un chapuzón con mi hijo, hay que aprovechar que estamos solitos.

martes, febrero 08, 2005

Llegar a morir por esto... ¡Que demodé!



Que no es guitarra de ricos
ni cosa que se parezca
mi canto es de los andamios
para alcanzar las estrellas,
que el canto tiene sentido
cuando palpita en las venas
del que morirá cantando
las verdades verdaderas,
no las lisonjas fugaces
ni las famas extranjeras
sino el canto de una lonja
hasta el fondo de la tierra.

Ahí donde llega todo
y donde todo comienza
canto que ha sido valiente
siempre será canción nueva.

Victor Jara

sábado, febrero 05, 2005

Dreampuzzle

Ya parece cuento.
Pongo la cabeza en la almohada y tengo sueños completamente inconexos. Vaya novedad, dirá alguien. Pero cuando me he pasado un año casi completo sin recordar que demonios pasa en mi "vida onírica" (¿o qué demonios PASAN por mi "vida onírica"?) las antenas psicoanalíticas se paran como orejas de gato dormido.
Ayercito me soñaba cantando canciones religiosas de un cancionero de tapas de plástico rojas o moradas al lado de mi hermano mayor, en un lugar entre rural y suburbano. De los "cánticos" hay un quiebre en el que un avión blanco y azul hace piruetas sobre nuestras cabezas (luego un hiato de buses, gente y un viaje hacia la cordillera de los Andes, digamos hacia Farellones). Luego estoy en un lugar de la cordillera. Una especie de refugio u hotel abandonado (¿El Resplandor?), mientras el resto recorre el lugar yo me detengo a mirar intrigado una montaña de ropa sucia, con un cuchillo cartonero empiezo a apartarla y la ropa comienza a tomar forma de cuerpo humano, pero pequeño. Empiezo a temer sea el cadáver de un niño pequeño, pero es demasiado pequeño. Cuando ya me aterra la idea de que sea un bebé, veo los gusanos (¿The Wall?) bullir entre calcetines y camisetas, y un ratón negro que se escabulle. Voy a buscar testigos del hallazgo, pero algo me retiene dentro del refugio. El mismo avión visto antes, pasa a diez metros de un gran ventanal del refugio. El avión es muy grande y trae gente armada, una especie de fuerza especial. De pronto la gente que me rodea son ministros y gente de negocios, gente rica y poderosa, yo no se si huir o esperar. El avión aterriza dando tumbos y levantando montañas de tierra, casi como una retroexcavadora. Los personajes armados me entregan una especie de caparazón de plástico con botones que debo colocarme arrodillado y ajustármelo a mi cara, me dicen que con eso no me matarán. Amenazante. Me pongo el caparazón, me asfixio. Despierto.
Hoy el sueño que me despertó fue otro. En él hay más confusión, un camino con un puente cortado el cual recuerdo haber saltado alguna vez por recomendación de mi sicóloga(?). Entonces salto y caigo en aguas transparentes. Son más de siete metros hasta el río abajo. Luego estoy al costado de un río barroso. Estamos con mi mujer y dos amigos de su oficina que recomiendan que nos instalemos en el Bavaria (yo veo el óvalo amarillo y rojo a la orilla del río unos trescientos metros más allá) pues la crecida es grande. Le digo a mi mujer que parece que vamos a tener que bajar en el auto por el lecho del río pues el puente está cortado y el camino anegado. No recuerdo más.
Pero si recuerdo la sensación de un paisaje de sueños donde hay malezas, calles marginales, tierra amarilla de seca, cercos de alambre acerado, pichangas de fútbol, calles que dan al mar o calles que mueren como senderos de tierra, carreteras que se pierden entre colinas verdes o en acantilados de tierra dura que se convierten en lagunas de agua transparente. Líneas de tren entre industrias cercadas con planchas metálicas oxidadas, basurales, aviones que se estallan y se estrellan contra el suelo en villas de blocks de cuatro pisos, invasiones extraterrestres o fines de mundo con estrellas que cambian de dibujo en el cielo o con naves aterradoras que descubro mirando distraídamente la noche desde el jardín de la casa de mis padres.
"what's puzzling you is the nature of my game"