Cuando se decide instalar un boliche electrónico como éste no siempre se persigue algo explícito. Me doy cuenta más de un año después que la búsqueda de contacto con otros mundos no se cumple sino en módicas sumas. Me doy cuenta que hay una dimensión que es el tiempo que nadie posee demasiado abundantemente, que tantos seres urbanos y rurales desconocen. El otro día, camino a casa, en vez de hacer engorrosas combinaciones de metro y auto opté por la locomoción pública de color amarillo, opté asiento del lado de la ventana y vi.
Me vi, reconocí mi soberbia infinita. Mi triste y absurda superioridad de lector compulsivo, de tipo que sabe un poco de algo y cree que por eso, por eso nada, nada de nada, un triste huevón me vi, y me sentí mejor, como si al menos el monstruo se retirara abatido a mordisquear carnes menos repetidas que las mías.
Siento como si las viejas epifanías me hubiesen rozado la nuca con su pluma de ganso, en la micro, en la 390 ni más ni menos.
Hoy en la Concierto un blogstar decía que estos blogs son los más fomes y poco interesantes y me dolió, como si uno escribiera para interesar, por influir, como si uno hubiese estirado una carta Gantt antes de bloguear.
Me apenó que estemos tan conformes con tan poco, con el rating, con el poder encubierto del "consumidor" que exige sus derechos (gran cosa, socito), que agotemos nuestra vida entre el hedonismo y la custión y la custión.
Que mezquinas vidas las nuestras que tenemos que depender de salarios, sueldos, honorarios, aumentos de mierda de cien y doscientas luquitas, nombramientos, pitutos, telenovelas y reálitis. Vidas que son la vida de la mayoría, la que a nadie le interesa de verdad, ni a candidatos ni a bloguers, la mayoría rasca e ignorante, la mayoría que se viste en falabella 3 cuotas precio contado, la que me mira sin importársele nada, a la que pertenezco por default.
Este año cumpliré 36 años, peso 86 kilos, calzo 44 y mido 182 ¿a quén le interesa?, excepto a tí, a la que me espera allá abajo, a la que no le subieron el sueldo a pesar de. Para ti va lo mejor de estos meses de demencia-docencia-indecencia.
Las tripas me duelen, estan cansadas de explotar, de hacerse oir. No estoy triste, sólo estoy cansado y rabioso, muy rabioso y encabronado.
Y es así como empiezan las revoluciones.